miércoles, 11 de diciembre de 2013

Oficio de poeta: comentario de Santiago Sylvester



Comparto estas palabras como un regalo que Santiago Sylvester, gran poeta salteño y admirado por mí, escribió sobre mi poesía:

Querido Hernán, entre "Primera persona" y "Gallito ciego" estuve dando un buen paseo para ver qué hallaba. Y lo que he hallado es un sentido de orientación muy bueno: ahí se ve claramente que tu poesía, partiendo de un buen oficio de poeta, va hacia un intento (mucho más no es posible) de interpretar la época. Me refiero a la esta época inevitable que nos moja.
Me han gustado mucho los dos libros, pero como el segundo termina con poemas posteriores, es posible hablar de una dirección. Y esa dirección, creo, está beneficiada porque abrís ventanas para que entre el aire del tiempo histórico: los poemas últimos son, creo, más porosos a "lo que pasa en la calle", aunque no dejen de apoyarse en un pensamiento abstracto.
Lo cierto es que, además de gustarme, tus poemas me han dejado la sensación de que estás trabajando en una línea que me gusta: pensamiento sin descuidar lo concreto, lo que se ve y se toca.

Te mando un abrazo,

Santiago Sylvester, 24/10/2013

jueves, 5 de diciembre de 2013

Una gallardía necesaria: comentario de Marisa Pérez Alonso




En primer término, voy a comentarte que debí suspender mi primera sorpresa al leer que Gallito ciego era una antología seleccionada por vos. Me sorprendió esta especie de desdoblamiento, esta nueva faceta que te presenta como un gran inquieto literario. Antología de poemarios que ya leí (y por los que evoqué mis sensaciones pasadas, muy dulces y felices de leer un poeta que se arma como rompecabezas ante el lector) y la tercera parte que es una novedad, una ventana abierta a la brisa fresca de la mañana, un poeta que ha crecido incomparablemente. Entonces, lo que leí, sobrevolando la primera sorpresa, fue un proceso. Pude desgustar un libro de prodigios que me llegaba a modo de Currículum Vitae de la palabra poética de un escritor polifacético, multiproyecto y filósofo de lo cotidiano.

En segundo lugar, por el título del libro comencé a leer con el espíritu dispuesto para el juego, viejo y nuevo a la vez, de buscar sin saber muy bien cómo, pero sabiendo profundamente que lo que busco es tu razón de ser. Y la encontré, felizmente. Me encontré con esa forma de reciclar palabras en sintaxis sorprendentes. Me encontré con metáforas frescas que son un desafío a la originalidad. Algunas imágenes son una suerte de hilos mesiánicos dejados hábilmente para poder seguir la historia presente y a la vez una cara presente de otros libros que también son parte tuya.

Fue un placer empezar con NO LUGAR, porque parecía una proposición como la que hacen los niños pequeños al empezar a jugar. "Vos sos un señor de bigotes que viene de dar clases y se saca su ropa de trabajar, deja sus maletín con trabajos por corregir y se saca los bigotes, para jugar a ver la vida de cada día con unos anteojos que encontró azarosamente en un cajón." "Y yo soy la lectora que te lee, te descifra, se sorprende o suspira y vuelve a leer por si se quedó algún significado en el borde."

También pude ver que hay una cuidadosa elaboración de sentidos por acumulación. Un prodigioso trabajo de selección que no es solamente sumar los que nos gustan como escritores, sino sumar al significado general de libro que nos dice cosas, cosas hermosas de ese proceso creativo y del camino de la vida que le sucedieron al poeta que veía un Mundo como ventanas y que luego en Primera Persona puede reconstruir la cotidianeidad. Un diario vivir que, al igual que un gallito ciego, se levanta temprano por la mañana para dar la bienvenida a la luz, la claridad y encontrar la gallardía necesaria para afrontar la vida.

Es muy fácil reconocer que sos un poeta con muchas lecturas, profundas y necesarias, de textos literarios y de la vida misma que nos transcurre y nos inventa en lugares nuevos como padres nuevos o por segunda vez niños que viven una infancia cercada de posibilidades.

Bueno, mi querido poeta, el único reclamo, ya conocido, es tu toque al estilo varita mágica de integración del lector, ya que no poner comas o signos de puntuación... ME MATA, pero me hace entrar en tu juego de interpretación. Como verás, me gustó mucho este libro, pero no puedo decirlo sencillamente porque Gallito ciego tiene la virtud de muchos textos que guardo en un lugar muy especial de mi corazón: es simple, profundo y fuertemente conmovedor.

Abrazos de plumones y piares amarillos.

Marisa Pérez Alonso, 4 de diciembre de 2013

*Autora de "La luna y otros monstruos"y "Juan de este mundo".

domingo, 24 de noviembre de 2013

Entrevista a Hernán Schillagi sobre Gallito ciego



Por Franco Rusafa*


-¿Qué diferencias notás, Hernán, entre
Gallito ciego y tus libros anteriores, y qué líneas son las que continúan?



-No puedo hablar de diferencias muy marcadas, ya que en realidad, Gallito ciego, es un libro especial dentro de lo que podríamos llamar “mi obra”, porque viene a ser una suerte de antología personal, de recorrido íntimo por algunos de mis libros. Como todo lo que tiene que ver con la felicidad, nació producto del azar: en setiembre de este 2013 fui invitado al Primer Festival de Poesía de Mendoza; entonces me vi en un aprieto, no tenía libro nuevo ni tampoco viejos para repartir entre los poetas invitados (las tiradas de ejemplares en poesía siempre son insuficientes). Si bien hace cuatro años que estoy escribiendo Lengua padre, no quería “apurar” este libro, además tenía otro llamado Ciencia ficción que esperaba el fallo de un concurso. Por lo tanto hice una selección meditada de poemas en tres capítulos/libros. Por un lado elegí de los éditos Pájaros de tierra (2007) y Primera persona (2009); y por otro, del inédito Lengua padre, que es la parte más nutrida del libro, ya que duplica a las anteriores, como una muestra de lo que está por venir. Debo aclarar que dejé afuera, con algo de dolor, textos de mi primer libro, Mundo ventana (2002), por razones de espacio físico y no por pensar que esos poemas iniciales no me representaban. Aunque sí había una trabazón de estilo y temáticas más evidentes en los tres últimos, prefiguradas igualmente en el primero: la ciudad como ambiente condicionante y desafiante para el sujeto lírico, la reflexión de lo cotidiano como punto de partida y de llegada de los poemas y el conocimiento de los límites para intentar luego traspasarlos.


- ¿Qué lugar ocupa la infancia en tu libro?



-La niñez es un tópico recurrente en casi toda la poesía universal. Es cuestión de tomar diez libros al azar y leerlos bajo este tema. Seguramente vamos a encontrar mucho sobre la infancia, más de lo que esperábamos; ya que todo verdadero poeta es el que no se ha olvidado de su niño interior. Es más, hasta lo alimenta con palabras para que no deje de jugar y hablar, sin caer en lo cursi o blandengue, por supuesto. En mi caso, la infancia que experimenté no fue muy feliz que digamos, entonces tomo a la poesía como un poder profano para transformar el pasado a mi conveniencia. Siendo desleal en los hechos, pero honesto en el dolor. Al mismo tiempo, la paternidad ha intensificado y multiplicado esa mirada, así que es una especie de vuelta, aunque como digo en uno de mis poemas, es como una aldea, de la que una vez fuimos desterrados, y siempre queremos regresar.




-El gallito ciego es un juego. ¿Cuánto de juego hay en tu poesía?

-Tomé el nombre de Gallito ciego (que pertenece a uno de los poemas nuevos) para el libro por varios motivos. Más allá de la sonoridad que debe tener todo título de obra, este proponía varias aristas: el juego, el salir a ciegas a buscar lo desconocido, el recibir palos inesperados sin más defensa que las manos y el oído para esquivarlos; como también pensé lo siguiente: a los adultos solo nos queda jugar a oscuras. Con respecto a “jugar literariamente’’ en el sentido cortazariano de la palabra, soy bastante poco juguetón. Para mí el lenguaje es algo indomable e inasible, no deja que te distraigás en ningún momento. Para colmo, la poesía exige concentración máxima en cada palabra, intensidad en el decir, ritmo y misterio. Fabián Casas dice que es un avión al que si le falta un tornillo, se viene abajo.  Pero lo que sí disfruto como loco es en tratar de romper con la sintaxis tradicional, con incluir términos con nuevos significados y en buscar una musicalidad propia. Siempre tratando de no abrumar al lector, ya que si el escritor es el que juega en solitario, sabemos que sus poemas no irán más allá de sus narices.

 -Es notoria la introducción que hacés, en algunos poemas, de voces cotidianas que generalmente no están en la poesía, pero sí en la realidad que nos circunda. Me refiero a la voz del vendedor de huevos, a la de un chofer de micro que hay también por allí y a la de una misteriosa segunda persona que, yo imagino, puede ser tu esposa o tu hija. Te quería preguntar a vos qué te pareció tu tratamiento de este aspecto y si lo pensás seguir incorporando en tus textos.

-Me parece que es inevitable que el habla popular y lenguaraz de la calle no se cuele a la fuerza en los poemas de alguien que está alerta. Las voces cotidianas y exteriores son la cantera del que escribe. Si un escritor se piensa que el idioma le pertenece solo a él, porque es un “elegido”, merece el mayor de los ostracismos: que nadie lo lea. Es cierto que los poetas somos como guardianes del lenguaje, le buscamos brillos nuevos, exhumamos palabras perdidas y batallamos por explotar hasta el último de los significados. Pero si este cobijo es para aislar los poemas y cristalizar el vocabulario, estamos traicionando un mandato no escrito, justamente: todo poema verdadero surge de la experiencia cotidiana y del contacto con el habla popular. Es una retribución bastante amarreta que los poetas hacemos a la lengua. Ya lo escribí alguna vez por ahí, mi único anhelo es dejar apenas un verso, una línea de la que nadie recuerde el nombre del autor, pero que sea paladeada por la gente y sienta que respira mejor cada vez que la dice.

-Y finalmente, te quería preguntar cuáles son tus proyectos inmediatos en relación a la escritura de poesía. Tengo entendido que Lengua padre es un libro inédito. ¿Qué sorpresas nos deparará?

-Como proyectos inmediatos tengo como 250, que incluyen cosas mías y de otros poetas, ya que mi compromiso real es con la difusión de la poesía. Sin embargo, esta entrevista curiosamente se interesa por mi producción, así que te cuento que tengo pensado editar en papel mi primera novela De los Portones al Arco, una historia que apareció a modo de folletín en mi blog Ciudadeseo. Por otro lado, ya te mencioné más arriba que tengo un poemario inédito (sería lo que quiero publicar luego de Gallito) que se llama Ciencia ficción, con él armé un espectáculo, tipo performance, con el nombre El contador de estrellas; donde mezclo cine, música y poesía. Ya lo presenté en un bar de Mendoza y la idea es hacerlo girar por la provincia. Lengua padre hace mucho que lo vengo escribiendo, ya he superado la barrera de los cuarenta poemas (allí los libros piden detenerse, pensar en las repeticiones y las distintas direcciones que ha tomado), entonces, la idea es escribir un año más y seleccionar para luego armar la obra. Secretamente, en cada libro busco sorprender, dar un golpe de timón con respecto al anterior. Tengo la responsabilidad de  que ya mostré unos doce poemas en esta antología, por lo tanto ahora tendré que esforzarme mucho más para que los lectores se encuentren, al menos, con algo del mismo nivel e intensidad, pero que los asombre. 



*Para la cátedra de Literatura Regional de la carrera de Lengua y Literatura del IES 9-001.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Sobre la poesía de Hernán Schillagi



por Luis Benítez*
(poeta, narrador y ensayista argentino)









Polifacético, dotado para el trabajo en diversos géneros literarios –poesía, ensayo, novela, relato- como bien recomendaba el Dr. Johnson que debía ser un escritor, el argentino Hernán Schillagi ya ofrece una interesante trayectoria donde esos referidos géneros se alternan, indicio claro de su curiosidad intelectual y su comprobada capacidad para llevar adelante su diversificada obra. En lo específicamente poético de su trabajo, Schillagi acaba de lanzar su nuevo libro de poemas, titulado “Gallito Ciego”, bajo el sello editorial “Libros de la Piedra Infinita”, con sede en Mendoza, capital de la provincia argentina del mismo nombre. 

Caracteriza a su poética una hondura que es el indudable fruto de amplias y continuadas lecturas, sin que la óptica culta ocupe el primer plano en su voz: más bien, “Gallito Ciego” nos habla de una decantación de varias influencias que alcanzaron en la pluma de nuestro autor a amalgamarse concienzudamente, para dar por resultado una voz propia, ya personal, ya suya, que lo proyecta como uno de los más interesantes poetas argentinos de la actualidad. El motivo de esta afirmación se funda en su capacidad para dirigirse al lector de modo directo, no entorpecido por el abuso de la imagen y la metáfora de mera función decorativa, sino encontrando los caminos adecuados para impactar en la sensibilidad al tiempo que sus versos hacen muy bien su trabajo en lo referente a comunicar un universo de ideas. Esta doble aptitud, por sí misma, ya destacarían a Schillagi como uno de los poetas actuales más completos, si no se agregara el valor de su actitud hacia las realidades diversas a las que permite acceder su poesía. Schillagi es un poeta inserto en el mundo contemporáneo, muy capaz, demostradamente capaz de dar cuenta de los conflictos de lo cotidiano y a la vez mostrar cuánta relación guardan con el acontecer social, cultural, político y universal. Poeta “de peso completo”, Hernán Schillagi sabe lidiar con esas sutiles líneas que relacionan lo íntimo con lo general, tal como supo hacerlo en su breve pero poderosa obra poética Raymond Carver. Sin duda estamos frente a un autor de fuste y cuyo desarrollo y nuevos logros deben ser seguidos con atención.


*Publicado originalmente el 9 de noviembre de 2013 en la revista uruguaya Hum Bral.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Recorrido de lectura en la presentación de Gallito ciego

Recorrido de lectura por "Gallito ciego", 
de Hernán Schillagi





por Cecilia Restiffo*














Este recorrido de lectura, pretende ser una búsqueda, un abrir la puerta a la palabra que se dice, que se piensa, que nos interpela. Vengo a presentarles Gallito ciego, el nuevo/viejo poemario de Hernán Schillagi. Por qué viejo y nuevo al mismo tiempo: viejo porque rescata poemas de dos libros, uno del 2007 y otro del 2009; y nuevo porque en él podemos encontrar poemas inéditos de su último libro Lengua padre. Estas dos dimensiones proponen entonces, una recorrida por la poética del autor. Entonces, hoy trataré de remontar las migas de pan que son las pistas dejadas a lo largo de la creación poética.

Esta lectura se inicia en la primera parte del libro Pájaros de tierra, en ella el poema es el ejercicio cotidiano de proponer el reverso de las cosas en la lente de la palabra poética, en cada texto se deja al desnudo una parcela de los días, de las veces en que la vida pesa o nos acompaña hasta la felicidad.


bajo cero

hay luz si nos vemos


alcanza con poco
pan leche queso
el horno encendido su boca pide
otra cosa que no sea este frío

de pronto las cortinas se corren
un gato tieso sobre la medianera
espera derretirse agua vapor nubes
los dedos flacos de una rama cables
antenas de tevé radio pero la música
golpea la ventana hace tiritar sus vidrios

«señora señor una docena de huevos
por una batería vieja»

entonces corremos hacia el patio
abrimos la puerta y de un latigazo
entra todo junio a nuestra casa


En el primer recodo nos encontramos con la segunda parte, Primera persona, este es quizás el momento de la duda, del instante en que el poeta se cuestiona acerca de esa palabra poética que lo constituye, aquí el yo lírico se parte en pedazos y comienza una reconstrucción, es entonces que encontramos el desdoblamiento, un yo que pregunta, que interpela a ese otro que a veces no tiene respuestas. 

Este diálogo transita por diversas temáticas: el pasado, la búsqueda de uno mismo, la soledad. Un camino que se ahonda en parajes desconocidos para un lector incauto, es aquí donde se hace necesaria la relectura, una acción que semeja a recordar, es decir volver sobre la palabra y descubrir el peso de cada una en el poema. Esta primera persona, conjuga un tono poético que es íntimo, oscuro, pero no lejano. Los poemas hablan de una posibilidad: la de mirarse descarnadamente y sostener ese descubrimiento afrontando las consecuencias, aceptando la verdad, que muchas veces tratamos de ocultar. 


te siento llegar

porque me hallo entero
es un amanecer en el corazón
en los miedos en las espinas
llegar desde otro que soy yo

te siento en mí
parte de lo partido
y tu tenue presencia me cruza
atraviesa los pasillos de este hogar 
de huérfanos que habito
hasta dar conmigo despertarme
y comenzar a templar juntos
el latido de nuestro silencio


Llegamos a la tercera parte en donde encontramos una selección de algunos poemas del libro inédito Lengua padre. Aquí el poeta tensa las cuerdas en otro tono, se descubre entonces una poesía que habla de la difícil tarea de decir ante los hijos, este papel que nos toca transitar con el cuerpo, con la acabada realidad de lo hecho, de las decisiones que impulsan y definen el futuro. En este fragmento la “lengua padre” pronuncia los miedos, las dudas, los deseos de entender a ese otro, que es parte pero reclama su libertad. En esta línea estrecha se alza la palabra poética para correr el velo que descubre una lengua que no se hereda sino que se construye con el ir y venir de los días.


lengua padre

sí lo descubrís justo ahora
cuando la noche era apenas un techo negro
con el brillo de las estrellas como una salpicada humedad
un cielorraso lejano y ondulante
hasta que sí justo lo descubrís ahora
elevaste al azar tu lapicera retráctil
contra una nube con forma de calamar
y un líquido oscuro comenzó a pesar sobre el resorte
a desbordar el pequeño tanque alargado hasta que por tu mano
un mar de tinta intenso te cubrió el brazo
y se filtró en tu pecho para que ahora justo lo descubrís
sí a este hombre que le escribe una carta a su hija
donde le cuenta que las luciérnagas
pueden apagarse cuando están en peligro
ocultar sus antenas tras la madreselva
a la espera de que una promesa voladora
les devuelva la luz en todo el cuerpo
y de esta lengua última sí ahora lo descubrís justo
solo vendrá tu herencia de padre
que haga de la sombra del futuro
un lugar menos solitario


En el final solo me queda por decir, que la poesía de Gallito ciego no va a tientas, no va sin rumbo, está guiada por el oficio, por el trazo cotidiano de la relectura, que propone un trabajo sobre el lenguaje hasta dejarlo exhausto. En el tono se percibe “lo real”, y esto se visibiliza en el lenguaje sencillo, aunque no sencillista, un tono que se propone como característica de la poesía actual, un tono que no imposta una voz articulada desde las musas: lugar que la poesía siempre tuvo como propio, y que se constituía como la mirada de los elegidos, “el decir” aquí es franqueza y reflexión un equilibrio que permite emocionarse, pensar, reflexionar y sorprenderse. 




*Leído durante la presentación de Gallito ciego en las "Jornadas de Homenaje a Albert Camus", en el ISD 9-001. 01 de noviembre de 2013

jueves, 31 de octubre de 2013

Otros poemas de "Gallito ciego"




la medianoche de los gallos


porque un padre tiene siempre
la última palabra picotea el teclado
en una riña contra las letras y la noche
como si fuera un gallo que indaga
la tierra en busca del sustento diario

así deja muescas sobre el planeta táctil
de los hijos un sistema braille
que ciega la memoria y perfora
punto por punto el mapa de la lengua
materna porque un padre siempre
improvisa la última palabra
para recibir mientras todos duermen
el primero de los silencios que vendrán

*

un nuevo hogar


a ella le gustaba visitar casas en venta
a ella le sobrecogía el corazón sentir el eco
de sus pasos en los cuartos vacíos a ella también
le erizaba la piel sentirse amenazada por la presencia
única del vendedor inmobiliario en los pasillos oscuros

a él le gustaba que le tocaran clientas solitarias
a él le sobrecogía el corazón echarle llave
a una casa deshabitada a él además
le erizaba la piel el tono de voz de una mujer
con miedo en los pasillos sin luz

«aquí se podría gritar y nadie vendría
a mirar qué sucede» dijo ella
«salvo que los gritos fueran capaces
de derrumbar las paredes» dijo él

uno de los dos sonrió primero
pero la penumbra apresada dentro de  la casa
no permitió que alguien lo viera
para poder narrarlo tiempo después


HERNÁN SCHILLAGI

Reseña crítica de "Gallito ciego" en la revista Poslodocosmo



por Alejandro Frías

Hacé click aquí:

http://es.calameo.com/read/002218623a14a1c39fd79

domingo, 27 de octubre de 2013

Hernán Schillagi



Hernán Schillagi nació en 1976 en la ciudad de San Martín (Mendoza, Argentina). En su paso por la Facultad de Filosofía y Letras (UNCuyo) fundó y dirigió las revistas literarias Molinos de viento, Ulyses y la mural Tatuaje Falso. Además integró los grupos parapoéticos Dark es dark y Codama. Obtuvo la primera mención en poesía en el Certamen Literario Vendimia 2000. En el año 2002, Mundo ventana, su primer poemario, fue publicado por Libros de Piedra Infinita, editorial que dirige junto a Fernando G. Toledo. En 2006 participó en la organización de ciclos de cine, recitales de música, exposiciones de arte y actos de memoria activa con el grupo Itinerante Cultura móvil para toda la Zona Este. También ha organizado numerosos ciclos de performances poéticas junto al grupo El Desaguadero como Poesía Desafinada, Textos Colgados, Poemas Revelados y Herencia Poética, entre otros. Actualmente ejerce la docencia en Lengua y Literatura, publica sus textos en el blog Ciudadeseo y El Desaguadero, además colabora con sus reseñas en el suplemento Escenario del Diario UNO de Mendoza. En 2007 apareció, en la Colección de Poesía Desierta, Pájaros de tierra (Libros de Piedra Infinita). Fue galardonado con el Primer premio en el Certamen Literario Vendimia de poesía 2008 con el libro Primera persona (Ediciones Culturales de Mendoza, 2009). En 2011 publicó la edición digital de su primer libro de relatos breves, El dragón pregunta. Entre 2010 y comienzos de 2013 fue editada por entregas, en el blog Ciudadeseo, la novela De los Portones al Arco. También ese año vieron la luz el libro de ensayos La visión del anfibio (edición electrónica) y, en papel, Gallito ciego, selección de poemas 2007-2013 (Libros de Piedra Infinita).

Reseña crítica a "Gallito ciego" en el Diario Uno



*Por Fernando G. Toledo, Suplemento Escenario del Diario Uno de Mendoza, el 26/10/2013

jueves, 24 de octubre de 2013

Algunos poemas de Gallito ciego



lengua suelta


como una arcilla que cubre el recuerdo
para que la forma sea la esperada y no
la real así tocan tus manos un golpe
feroz que cicatriza para afuera y quiere
ser una disculpa del futuro 
y del descuido

como una pastilla debajo de la lengua
para que el efecto llegue al torrente sanguíneo
con la velocidad de la luz así entra tu palabra
en mi cuerpo un rayo que avisa y hiere
al mismo tiempo en el mismo lugar
en el mismo silencio 
y lo libera



*

strogoff


el argumento sería así alguien
un correo del zar por caso sale
para entregar un mensaje secreto
atraviesa las montañas la estepa el frío
los peligros y la humillación
niega a su madre ofrece hasta los ojos
pero a cambio encuentra el amor verdadero

«qué es un zar» decís «qué
un correo» acaricio las duras tapas
de un rojo traidor «por qué
el final anticipado» cada pregunta
abre un paréntesis y crecen puntos suspensivos
entonces oculto el libro entre los libros
hojas tinta más todo el polvo encima
se aprisionan y multiplican como las dudas
como las mentiras que sabemos
no somos capaces de proferir
pero sí de soportar


*

lengua popular 


toda alergia se aplaca pero no se cura 

así una reacción interna irrefrenable sale 
brota y taquigrafía el cuerpo con marcas 
impronunciables que luego borra el decadrón 
pero el gesto anárquico de transcribir 
el habla cotidiana desde la piel impacta 
en los alvéolos en el intercambio de sangre 
y tinta en el papel oscuro de un escriba 
que se rasca tose y escupe sin oficio 
ni diccionario cada una de las palabras 
que de la calle apenas van a conocer 
el ruido la intemperie y el olvido 



HERNÁN SCHILLAGI, de Gallito ciego (Libros de Piedra Infinita, 2013)

miércoles, 23 de octubre de 2013

La presentación en la Feria del Libro de Mendoza 2013




Como buen madrugador, el Gallito ciego no se quedó quieto ni con los ojos cerrados. El sábado 5 de octubre, en la sala de las Bibliotecas Populares del Espacio Julio  Le Parc, a eso de las 19:15, Fernando G. Toledo presentaba el libro, como amigo y como director de la Libros de Piedra Infinita, con unas palabras precisas y sentidas sobre su lectura de mis poemas durante todos estos años. Un público nutrido conspiró para que hubiese intimidad, comentarios y suspiros escondidos mientras los poemas salían de una garganta de gallo de pelea, pero de ley. Además, los poetas Paula Seufferheld y Facundo López, me hicieron el regalo inolvidable de leer un poema del libro con su voz y sus gestos.





Gallito ciego (el armado)



Luego de los 5 años que transcurrieron de la publicación de Primera persona (Ediciones Culturales de Mendoza, 2009), apareció entre los papeles Gallito ciego, una selección de poemas éditos e inéditos para celebrar, de algún modo, las dos décadas que hace que escribo poemas. 

El libro contiene tres capítulos que recorren un puñado de poemas de Pájaros de tierra (Libros de Piedra Infinita, 2007), otros de Primera persona y un muestreo de lo que va a ser Lengua padre (inédito), un libro que vengo trabajando hace mucho tiempo.




Así, a finales de setiembre, el Gallito dijo presente en el I Festival de Poesía de Mendoza. La selección sirvió como un repaso de lo escrito y de lo nuevo para que el público y los poetas presentes se llevaran como recuerdo.